Descripción
Los bulbos de gladiolo necesitan al menos 12 horas diarias de luz directa para que las flores abran.
Los gladiolos aguantan bien el pleno sol (aunque es buena idea que, en las horas de mayor insolación durante la canícula protejas sus pétalos con una tela de sombra, por si acaso) y no florecen a la sombra. En semisombra florecerán, pero con menos profusión que si los tienes al sol.
Aunque se adaptan a prácticamente cualquier tipo de suelo, el sustrato más adecuado es aquel que sea arenoso y drene bien.